La clave de la modernización del ordeño
El ordeño ha evolucionado desde los métodos tradicionales hacia las soluciones que ofrece la tecnología moderna. Una de las piedras angulares de esta evolución son los sistemas de pulsación, o pulsadores. Los pulsadores son un elemento importante que hace que el proceso de ordeño sea más eficaz, cómodo y eficiente en las explotaciones lecheras.
¿Qué es un pulsador y cómo funciona?
Un pulsador es un mecanismo que se utiliza en las máquinas de ordeño y regula el apretado y soltado de las ubres. Este proceso imita el proceso de ordeño, aumentando la producción de leche y priorizando la comodidad del animal. Los pulsadores suelen funcionar junto con los sistemas de vacío para crear un ciclo de ordeño regular.
Diferentes modelos de pulsadores y características:
Pulsadores lineales: Comprime y libera las boquillas de forma lineal. Este modelo crea una pulsación estable proporcionando una determinada presión y flujo de aire.
Pulsadores Rotativos: Comprime y libera las tetinas de forma circular. Este modelo se utiliza para proporcionar un flujo de leche más amplio.
Pulsadores electrónicos: Trabajando con la última tecnología, estos pulsadores hacen que el ordeño sea más preciso y controlable. Optimizan el ordeño monitorizando continuamente el estado de las ubres con sensores electrónicos.
Aspectos a tener en cuenta a la hora de elegir un pulsador:
Tipo y número de animales: Se deben preferir diferentes modelos de pulsadores según se trate de ganado vacuno u ovino.
Velocidad de ordeño: Elegir un pulsador adecuado a la velocidad de ordeño puede aumentar la eficiencia. Generalmente, las velocidades más bajas son preferibles para el ganado vacuno y las velocidades más altas para ovejas y cabras.
Instalaciones tecnológicas: Los pulsadores con tecnología avanzada ofrecen más control sobre el proceso de ordeño. Esta característica proporciona más flexibilidad a los propietarios de las granjas.
Efecto de los pulsadores en la calidad de la leche:
El correcto funcionamiento de los pulsadores afecta significativamente a la calidad de la leche. Un ordeño regular y cómodo reduce el riesgo de contaminación de la leche y contribuye a obtener un producto sano.
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